El día a día del trabajo de un detective privado dista mucho del glamour de las películas; es una mezcla de planificación meticulosa, paciencia, largas horas de espera y trabajo intensivo de oficina.
1. La Mañana: Planificación y Análisis (Trabajo de Oficina)
El día de un detective rara vez comienza con una “acción” inmediata. La base de su trabajo es la preparación:
- Revisión de Casos Activos: Revisa el estado de cada investigación, priorizando las tareas del día.
- Análisis y Estrategia: Dedica tiempo a analizar la información recopilada el día anterior. Determina si las pruebas obtenidas son suficientes o si necesita ajustar la estrategia de vigilancia o seguimiento.
- Investigación de Fuentes Abiertas (OSINT): Utiliza la mañana para realizar búsquedas exhaustivas en internet, redes sociales, registros públicos y bases de datos para obtener información preliminar o complementar la que ya tiene, siempre dentro del marco legal.
- Preparación del Equipamiento: Prepara y verifica su “kit de detective”: cámaras de alta resolución (a menudo ocultas), grabadoras de audio, dispositivos GPS (para vehículos, si está permitido), y varios cambios de ropa discreta para camuflarse durante la vigilancia.
2. El Campo: Vigilancia y Recolección de Pruebas (El Trabajo Operativo)
Esta es la parte más visible y a menudo la más exigente físicamente y mentalmente.
- Vigilancia Estática o Móvil: Se dirige a la ubicación clave para comenzar la vigilancia. Esto puede implicar horas de espera dentro de un vehículo (a menudo poco llamativo), disimulando su presencia, o realizando seguimientos a pie en entornos urbanos.
- Recolección de Evidencia: El objetivo principal es documentar las acciones del sujeto investigado con validez legal. Utiliza cámaras de video y fotografía para capturar comportamientos específicos (por ejemplo, actividades incompatibles con una baja laboral, o encuentros sospechosos en casos de infidelidad o competencia desleal).
- Discreción Total: La clave del éxito es pasar completamente desapercibido, mezclándose con el entorno. Debe ser un maestro del disfraz sutil y la observación discreta.
- Horarios Irregulares: El trabajo operativo no sigue un horario de oficina. El detective debe adaptarse a la rutina de la persona investigada, lo que a menudo significa trabajar en horarios nocturnos, fines de semana o días festivos.
3. La Tarde/Noche: Redacción y Trámites (Trabajo de Oficina y Post-Operativo)
Una vez que la vigilancia ha terminado, el trabajo está lejos de concluir.
- Registro de la Jornada: Anota meticulosamente todos los detalles del día: horas exactas de inicio y fin de la vigilancia, lugares visitados, personas con las que se interactuó y las pruebas obtenidas.
- Procesamiento de Evidencia: Descarga, clasifica y edita el material audiovisual, asegurándose de que las pruebas sean claras, verificables y puedan ser presentadas en un tribunal.
- Elaboración del Informe: La parte más técnica. Redacta el informe final que se entregará al cliente o a su abogado. Este debe ser detallado, objetivo, cronológico y sustentado con el material gráfico.
- Coordinación con el Cliente o Abogado: Puede tener reuniones o llamadas para actualizar el estado del caso, recibir nuevas instrucciones o coordinar la presentación de las pruebas en un litigio.
- Preparación para el Tribunal: En ocasiones, el día a día incluye prepararse para ratificar (confirmar y testificar) el contenido de sus informes ante un juez, lo que requiere un conocimiento profundo de los detalles del caso.
